Pues no, no tengo náuseas ni el estómago revuelto ni he
vomitado ni nada. Genial. Por ahora llevo un embarazo perfecto.
Sin embargo, La Portadora no puede decir tanto como yo. Por
lo visto, según me cuenta, lo de las náuseas
lo soportan las madres, no los padres. Bueno, un poco sí que lo soportamos.
Ella empezó con las fatigas aun antes de saberse embarazada, y gracias a eso se
dio cuenta de que algo empezaba a no ir con normalidad (que no todo es tan
negativo sobre las náuseas). Tal es así que prácticamente desaparecimos de casa de los Abuelos durante un par de semanas porque La Portadora no se fiaba de poder retener la comida en su interior (hay que tener en cuenta que las Abuelas, aun antes de ser abuelas, ponían de comer como si lo fueran). No regresamos hasta que comprobamos que todo iba lo suficientemente bien como para comunicar la noticia (ya tocará hablar de eso otro día)
Como ya conté con anterioridad, la primera visita médica que hicimos
no sirvió para solucionar las náuseas (a no ser que la propuesta de no comer sea un remedio) pero más
adelante nos recomendaron un medicamento del que no haré publicidad pero que
por lo visto es lo único que se puede tomar durante el embarazo y que arregla
un poco la situación. En realidad el malestar y la fatiga siguen ahí, pero al
menos ayuda a reducir los vómitos. Aparte, como Papá Novato, intenté echar un cable, aunque lo mejor que podía hacer era no estorbar.
Tradicionalmente a estos problemas del embarazo se las ha llamado “náuseas matutinas”, pero
las que soportamos por aquí no deben llevar reloj porque aparecen en cualquier
momento. Poco a poco aprendimos que es útil lo de no comer en grandes cantidades ni ciertos alimentos (a veces algunos que insospechadamente sientan mal, como el gazpacho).
De todas formas, después de pasarlo bastante mal, ahora que
hemos superado la famosa frontera de los 3 meses las náuseas comienzan a remitir
y ya no hace falta pastillita para mantener la comida en el estómago. No digo que sea un mundo fantástico, pero es todo un
paso adelante que hace que por ahora nuestro embarazo se encuadre dentro de los
más típicos que hayan existido. Espero que cumplamos otros tópicos como el de la
revolución sexual por el cambio hormonal que La Portadora desarrolle un pelazo.